Desde la semana pasada iniciamos el recorrido por los espacios que recibirán las donaciones de la novena edición de Actitud Solidaria que haremos el próximo sábado 10 de junio. El martes pasado nos acercamos al Comedor Puente Colgante y hoy Leandro Torcianti fue hasta la calle 72 entre 37 y 39 para encontrarse con Graciana Calarco en el Comedor Mate Cocido.

Hace más de 20 años se dedica a ayudar y asistir a familias del barrio desde lo más profundo de su corazón y siempre desde el agradecimiento por lo que le ha tocado y ha elegido vivir. El comedor funciona en una propiedad que era de su madre, quien empezó con el proyecto y se lo dejó para que se use con el propósito con el que se lo hace.

Asiste a más de 90 niños y sus familias, y reciben ayuda de la comunidad, además de tener un bono voluntario que utilizan para solventar gastos. El horario del comedor es de 8 a 15 hs. y la modalidad que adoptaron durante la pandemia, de entregar bolsones de comida, continúa hasta hoy.

En la charla Graciana contó que empezó con el comedor porque “fue una necesidad mía de devolver lo bien que me había ido en la vida”. Recordó que “en el año 2000, como siempre con una crisis, con ayuda de mis hijos, abrimos un comedor en 76 y 67, en un galpón donde vivía mi hija”. 

Agregó que ha sido muy afortunada por el amor y sentenció que “el amor mueve al mundo y si todos pensáramos así sería muy distinto”. También reconoció que “lo que me ha sostenido toda la vida es que creo en el ser humano, creo en el hombre” y “tenes decepciones y dolores, pero han sido más las cosas positivas”.

En la continuidad de la charla aceptó que “es más lo que recibo de lo que puedo dar” y “tuve bastantes problemas de salud y de todo salgo, eso es por algo, me da una oportunidad de seguir”.

En relación al trabajo en el comedor, Graciana relató que “cuando estaba la pandemia cocinábamos”, pero “yo tenía que hacer el aislamiento, por lo que comenzamos a entregar la mercadería”. 

Sumó que hoy “muchas de las mamás que cocinaban, ahora trabajan” y “esto es una ayuda nada más, por eso adopté seguir repartiendo lo que llega y lo que uno compra”.

Sobre la ayuda que recibe indicó que no es de la política ya que no quiere “politizar los chicos ni tampoco religiones porque no tiene nada que ver con lo que uno tiene que hacer”. También “empresas, en tantos años, han venido, muchos lo hacen con el bono y otros traen mercadería”.

Hacia el final de la charla y consultada sobre el bono dijo que se le ocurrió porque “soy vendedora a domicilio, Necochea es grande pero es chica y la gente cuando vas es muy solidaria, nos conoce todo el mundo”. Recordó que “el bono es a voluntad, hay quienes te pueden dar $20 y otros $500 aunque en esta crisis todo es poco ahora”.

Cerró indicando que en su sueño “me gustaría que no hubiera necesidad de que haya gente a la que tuviéramos ayudar”, porque “los chicos han crecido, hay adolescente, no los ves ilusionados, no tienen esperanza, me gustaría que hubiera más esperanza en ellos”.

Escuchá acá la entrevista completa:.