

Fito Páez, el artista en boca de todos por estos días, no era el mismo que años atrás cuando editó en 2003 Naturaleza Sangre. Venía de publicar Rey Sol (2000) y Abre (1999), dos de sus producciones más optimistas, alegres y luminosos.
Pero en este disco canta el dolor de su divorcio con Cecilia Roth y aunque el mismo no esté dedicado a ella (según sus propias palabras) sí refleja la situación de ese momento del artista: «En la vida de uno se cruza mucha gente y cuando uno le canta a una mujer, no sé a cuál mujer le canto. Obviamente con Cecilia tenía y tengo un vínculo maravilloso, es una persona que amo con toda mi alma, pero no es la única protagonista del álbum».
Sin embargo, «la grabación fue feliz», afirmó el cantante en la presentación del álbum que encierra 14 nuevas canciones que emanan sangre, la de la herencia. En él revive al pibe rockero que fue y da la bienvenida a su madurez personal y musical que representan los 40 años recién cumplidos. Además, su barba desaliñada (estilo Robinson Crusoe) y su cambio de look evidencian una clara ruptura con el pasado reciente y el comienzo de un nuevo Fito Páez.
Naturaleza sangre encierra también otras sorpresas. Entre ellas están las colaboraciones de sus colegas de profesión (y amigos) Charly García, que le acompaña con su guitarra y su voz en el tema que titula el disco, y Luis Alberto Spinetta, que hace lo propio en los cortes Bello abril y El centro de tu corazón. La cantante brasileña Rita Lee también hace coros en Ojos rojos.
Los músicos que lo acompañaron en la travesía fueron Guillermo Vadalá en voz, bajo, contrabajo y guitarra acústica; Gonzalo Aloras en voz, guitarras y teclados; Sergio Verdinelli en batería y Coki Debernardi en programación.
Lo escribí en media hora. Es un rock simple, a mi estilo, onda Polaroid. Es bien nueva: estabamos grabando unas cositas con Vandera, se rompió la computadora y, para matar el tiempo, agarré la guitarra y me puse a jugar, a tirar acordes. Decidimos que fuera el corte de difusión porque a todos nos gustó desde el vamos.
Es quizás la letra más clara, personal. Habla de la Roth, de la ruptura. Estoy tragándome el dolor/ mordiendo el polvo del amor/ vivo solo encerrado en una gran habitación…. Es la necesidad de retomar algo muy esencial que incluso no tiene que ver con la música. La vida te lleva por una cantidad de lugares insólitos, pero hay un lugar que es solamente tuyo. Yo con Cecilia lo había perdido en los últimos años. Es volver a mí, a Rodolfo Páez de Rosario. Y no perder más tiempo. Tengo 40 años: ayer estaba jugando a la pelota en la puerta de mi casa…
Una canción entre Litto Nebbia y Spinetta. Se la dediqué a la Roth poco antes de que empiece el final. Ella fue una gran musa en estos estos años. Pero bueno, digamos que esta canción no la llegó a escuchar.
Canción urgente, política, escrita en los tiempos de los cacerolazos. Tiene bronca y, también, una cosa de: hagámonos cargo de nosotros.
Cuando apareció esa frase, «naturaleza sangre», fue precioso. Estaba en mi casa, solo, en plena guerra en Irak, veía la tele y me puse a pensar en cómo los hombres ejercen su poder. Es eso: yo soy más fuerte y te voy a pisar. Los hombres ejerciendo su poder, como si fuera algo esencial.
Un ska tecno, para discoteca. Homenaje a Truman Capote y una declaración de principios: es música para no tener miedo, para gente que sabe cambiar.
Recién había terminado de filmar Vidas privadas y estábamos haciendo la música para la película. En un momento vi la cara de Dolores Fonzi, y me inspiró todo el tema. Ella tiene algo epifánico. Es una especie de plegaria. Canta Luis (Spinetta): creo que el tema tiene algo de las viejas canciones de Spinetta.
Es una bossa y me recuerda a mi viejo, que era fanático de Jobim y Joao Gilberto. La música la tenía de hace varios años, pero no daba pie con bola con la letra. Al final me salió algo bien narrativo. Una chica de Flores que en febrero de 2001 se va a Rio de Janeiro y empieza a fumar y a pasarla mal. Rita Lee hace unos coros, como si fuera la protagonista de la canción.