

En medio de la atípica ola de calor en marzo, y frente a las elevadas temperaturas que afectan a la región, algunos establecimientos educativos de Mar del Plata tomaron la decisión de suspender hoy el dictado de clases para resguardar la integridad de los alumnos, docentes y demás integrantes de la comunidad educativa.
No se trata de una medida tomada a raíz de una recomendación oficial de las autoridades, sino de la decisión de los propios directivos ante el sofocante calor en varios de los edificios que tornó “imposible” el desarrollo de las actividades. En algunos, se desmayaron alumnos, indicaron docentes.
Este domingo la sensación térmica en Mar del Plata llegó a los 41 grados, mientras que hoy cerca de las 9 la térmica ya rozaba los 30 grados.
Hasta el momento, la Secundaria N°18 fue una de las primeras en adoptar esta medida. El establecimiento situado en Gascón 4870 este lunes no tendrá actividad en función de lo que resolvieron los responsables de esta escuela para proteger a los alumnos, alumnas y docentes.
Asimismo, según señalaron fuentes del Consejo Escolar, también las escuelas secundarias N°62 y 44 decidieron no dictar clases por la misma razón: el “insoportable” calor que se hace sentir en el interior de los edificios.
En la Secundaria N°62 particularmente, este domingo el equipo directivo ya había pedido a las familias, a través de las redes sociales, “que los chicos y las chicas lleven una botellita con agua para mantenerse hidratados y que vayan de remera”. Finalmente, se resolvió que lo mejor era que los estudiantes no asistan a clases.
Asimismo, esta mañana la Escuela N°23 estaba “evaluando suspender” sus actividades, una medida que finalmente se tomó después de las 10 al volverse “imposible” dictar clases en el edificio situado en Rivadavia al 3700.
“No se puede estar, se me descompusieron dos chicos por el calor así que estamos pensando en suspender”, comentó uno de los referentes de dicha comunidad educativa.
Por lo pronto, en las escuelas municipales se descartó tomar la decisión de suspender las clases por el calor, siempre y cuando haya agua potable en los establecimientos.