“En este país la política se caracteriza por los secretos, es la constante. Y en el ministerio de Economía, más. Y hay secretos validos en términos económicos. Es justo que se mantenga el secreto”, apuntó la periodista Liliana Franco como introducción de una extensa charla donde cordialmente abordó temas del periodismo político y económico, además de la actualidad del país, durante el ciclo de entrevistas Tiempo Presente que conduce Hernán Maurette.

Con más de 30 años reflejando la realidad política y economía de la Argentina desde las páginas de Clarín primero, y Ámbito Financiero luego, Franco publicó en 2019 el libro “Los secretos de los ministros de Economía”. Sin embargo, advirtió que no todos los secretos denotan oscuridad y dio por ejemplo un tema de actualidad: “Se habla mucho de un plan de estabilización de la economía, pero para que prospere, tenga éxito, es fundamental que no se hagan colchones… suponete que me entero de qué pauta o hipótesis de devaluación están suponiendo y lo publico…”. Y lo acompañó con el ejemplo del Plan Austral que aplicó el presidente Alfonsín a finales de los años 80. “Uno de los cuestionamientos por los que falló, si bien hubo varias cuestiones… fue que Ámbito Financiero publicó un borrador. Eso generó un colchón de precios… el fabricante, el comercio ya remarca… es un defecto del fábrica del plan de estabilización entonces. Por eso hay secretos razonables que se tengan responsablemente hasta el anuncio oficial. El Plan Austral fue un plan de estabilización que permitió bajar fuertemente la hiperinflación que había”.

En diálogo con los periodistas Hernán Maurette y Jorge Chio ofreció como otro ejemplo sobre secretos necesarios, el tema de las reservas del Banco Central: “Las netas las podes consultar, pero las líquidas se estiman, se calculan. Pero no se conocen, porque es contarle el esqueleto al país”. Y reafirmó: “Economía tiene varias áreas donde es licito manejar secretos. Los estados tienen secretos hasta un punto que deben ser públicos”. 

El rol del periodista

Volviendo al rol del periodista, en esa batalla interna por contener una información que puede desestabilizar un país, reconoció que “los secretos que yo cuento son secretos que, en muchas ocasiones, no publiqué ni di a conocer responsablemente. Nosotros como comunicadores tenemos una responsabilidad con la sociedad”. Y recordó cuando “supe que (el presidente) De la Rúa tenía problemas de memoria. Le preguntaban qué quería al almorzar, pedía bife con ensalada, se lo traían y decía ‘no, te dije pollo con puré’. Era una anécdota, pero si lo publicás…”, compartió sobre el daño que eso pudo haber generado en su momento.

Tiempo Presente es un ciclo de entrevistas que repasa los últimos 50 años historia argentina a través de libros escritos por periodistas.  Liliana Franco es una de las pocas periodistas en estar acreditada tanto en el Ministerio de Economía como en la Casa Rosada, en este caso por Ámbito Financiero. También hoy es reconocida por su paso como panelista y columnista en el programa de TV “Intratables” o en la señal informativa La Nación+.

“Hace mucho tiempo, el acreditado en Casa Rosada iba en auto con chofer”, compartió sobre lo que significa en el mundo del periodismo estar donde nacen las determinaciones más importantes de un país. “Era un honor ser acreditado en Casa Rosada, en la Casa Blanca, en el Ministerio de Economía, por eso se mandaban periodistas de mucha confianza del medio porque este periodista de pronto habla con el Presidente o los ministros, es tu imagen… yo como medio estoy mandando lo mejor que tengo en preparación, en comprensión”. Sin embargo, entendió que hoy “se ha degradado el acreditado. El privilegio de estar de cerca con las máximas autoridades de tu país no se lo podes dar a todo el que te lo pida. Se lo tenes que dar con algún criterio, hoy hay miles de medios. En todas las partes del mundo se usa el mismo criterio: medios de alcance nacional, los medio mayor cobertura, con permanencia en el tiempo. Ahora es cualquier cosa, se acreditan a los medios amigos, aunque tenga cuatro oyentes. Se ha degradado el acreditado porque se ha degradado la institución presidencial y porque se ha degradado el periodismo”, sostuvo.

 

"Que un ministro de Economía, que estuvo en ese cargo tres años, renuncia con la falta de responsabilidad que renunció Guzmán, no lo vi nunca"

 

Opiniones

Entre los muchos temas que recorrió la entrevista, en virtud a su experiencia en el ámbito económico, opinó sobre la recordada Resolución 125 que puso en jaque al campo  apuntando que “fue una impericia técnica de (Martín) Lousteau”, por entonces ministro de Economía. Y entendió que “Quizás la idea no fue incorrecta. Frente a picos (del precio de la soja), hagamos como un colchón. Ante picos vas a ganar más, frente a subas extraordinaria del valor del producto del agro. Y cuando baje, la idea era correcta, pagas menos. El problema es que los cálculos no cerraban así. Era un ministro muy joven Lousteau. A veces la juventud es buena, por la impronta, tiene dinamismo, pero la sabiduría, en un país tan complejo como este viene bien. Él se aísla, prácticamente no le vimos la cara”.

“No lo vi nunca”

Sobre Martín Guzmán, ministro de Economía que estuvo en su cargo entre 2019 y 2022, fue crítica también al apuntar “que un ministro de Economía, que estuvo en ese cargo tres años, renuncia con la falta de responsabilidad que renunció Guzmán, no lo vi nunca. Eso es que te importa la nada misma tu cargo. Su actitud perjudicó a la gente. Esto no es una rencilla particular, ‘me voy enojado con Cristina’. La manera en la que renunció le generó un daño al país, a los que menos tienen, a los que el caradura dice defender”.

La decadencia

Haciendo una lectura de la Economía nacional, habló de una “decadencia argentina. Es lo que muestran los números:11 años que no se crece, 60 años de déficit fiscal, 70 años de inflación, un país que en 1974 tenía el 3% de pobreza y hace 15 años tenemos una pobreza estructural del 30%. Y un país en decadencia hace que todo decaiga. Tenemos un enorme gasto público pero ineficiente, ese es el punto. No somos eficientes”. Y con ejemplos se refirió a la burocracia en muchos aspectos del Gobierno. “Hoy lo que tenés es una enorme máquina de impedir, en todos los niveles”.
Por último, no dejó de lado los problemas del dólar y del tipo de cambio, preguntándose “¿A quién beneficia el atraso del tipo de cambio? A la política, porque no se aplican planes serios de estabilización económica. Tenés que tomar medidas desagradables”.