

Desde las billeteras virtuales, pedir una pizza o hasta conseguir una cita, las apps están en nuestro teléfono y con ello llegan para cambiarnos la vida. Y otras buscan cambiar al mundo desde una simple idea. Octavio Bidegain, es undesarrollador necochense y que forma parte del equipo de Kigüi, una aplicación que busca advertir la caducidad de los alimentos en las góndolas y con ello el desperdicio de comida.
“Kigüi nació con la idea de darle dinero a los usuarios que rescaten productos a punto de vencer. Pero pronto entendimos que podíamos ir más allá y atacar el problema desde su raíz, generando un impacto aún mayor”, explicó Bidegain.
Hoy la empresa desarrolla un conjunto de soluciones tecnológicas que mejoran la trazabilidad de los productos y permiten que los supermercados y productores sean más eficientes y rentables.
Una de estas herramientas es una nueva app llamada Kigüi for Business, pensada especialmente para repositores. “Con esta app, los trabajadores pueden relevar de forma simple los productos próximos a vencer. Les damos feedback inmediato sobre qué acción tomar: si deben aplicar un descuento, mover el producto a otra góndola o destacarlo para mejorar su salida”, detalló.
Además, cuentan con una plataforma que permite a las empresas agrupar toda la información de sus puntos de venta y darle contexto a lo que sucede en cada uno, facilitando la toma de decisiones y reduciendo la merma.
“La tecnología no tiene vuelta atrás. Hay una realidad: hay que hacerle la vida más fácil a las personas. Vivimos en una época en la que todo parece necesitar una aplicación, y eso puede abrumar, pero también abre oportunidades enormes”, concluyó Bidegain. Como ejemplo, mencionó que en China ya existen sistemas donde con solo mostrar la palma de la mano se puede pagar una compra.