“En el pasado podemos encontrar situaciones similares a las que tenemos en el presente” abrió el historiador Alejandro Andersen una nueva columna de sus Crónicas de Necochea, con temáticas tan actuales como la inflación, pero recordando lo ocurrido en estas tierras en 1920.

Andersen, es autor del libro “Ficciones de lo real” que relata crónicas sobre hechos verídicos que sucedieron en el partido de Necochea durante el comienzo del siglo XX. 

En 1920, el partido tenía 37.000 habitantes y la ciudad unas 10.000 apenas, con muchos viviendo en área rurales. “Encontramos una situación angustiosa, con aumento en especial de los alimentos”, recordó.

La información se obtiene de las actas Concejo Deliberante de junio, agosto y septiembre de ese año. “En junio se presentó un proyecto de Ordenanza para comprar animales vacunos para darle de comer a la población y que la carne se ofrecerá al costo. La carnicería municipal es una necesidad imperiosa”, destacaba el texto ante la inflación y el reclamo del pueblo.

“Esto obligaba a los carniceros a poner precios razonables”, analizó. Incluso se destaca en la sesión la presencia del Intendente Emilio Ferreyra bajando al Concejo pidiendo la palabra y diciendo que sí se puede hacer esa inversión que había sido rechazada por los concejales, incluso del propio oficialismo. “Valía la pena endeudar a la comuna para satisfacer la necesidad de los habitantes”, dijo Ferreyra.

No se aprobó el proyecto, pero se formó una comisión para analizarlo. Todo se retrasó hasta septiembre, pasándose el invierno, pero finalmente la ordenanza se aprueba por unanimidad. Durante 3 meses la Municipalidad ofreció leche, galleta y carne por debajo del costo…

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