

El 23 de marzo vence la moratoria previsional y el Gobierno no prevé prorrogarla. Así, por la enorme informalidad laboral, la inmensa mayoría de los adultos mayores no podrá acceder al beneficio previsional ordinario. Y en adelante solo podrán obtener la PUAM a los 65 años (tanto varones como mujeres) y cobrar el 80% del haber mínimo, sin derecho a la pensión por viudez, al margen de los años efectivamente aportados, y si demuestran encontrarse en situación de vulnerabilidad social.
Para ampliar la temática, convocamos al abogado previsional Cristian Ellehoj en la mañana de Segundos Afuera. “El sistema previsional argentino es uno de los que más cobertura tiene en el mundo” elogió y agregó que “Hoy una jubilación tarda tres meses cuando antes estaba entre 6 meses o un año”.
Hoy los requisitos generales son para mujeres 60 años y 30 de aporte (aunque se deduce por la cantidad de hijos que tenga) y varones 65 años de edad y 30 aporte.
Sobre el tema de la moratoria, analizó que “Cuando se habilitó la moratoria en el año 2004, se cometió un error porque se habilitó a todo el mundo, sin datos de control, sin cruzamiento de datos. El error fue no privilegiar al aportante, respecto del que no tenía aportes. Como el caso de las pensiones no contributivas”. Entre 2023 y 2024, 9 de cada 10 nuevos jubilados accedieron por la moratoria.
A mediados de los 2000, menos del 70% de los adultos mayores accedían a una jubilación, la cifra más baja en 25 años. Esto se debía a que la exigencia de 30 años de aportes no reflejaba la realidad laboral del país: menos del 25% de la población alcanzaba la edad jubilatoria con este requisito cumplido.
Las moratorias fueron una respuesta a esta situación crítica, permitiendo a personas con pocos o nulos aportes acceder a una jubilación mínima. Sin embargo, como toda medida de emergencia, su efectividad a largo plazo es limitada y ha generado inequidades en el sistema.
Repasá la entrevista en el canal de YouTube de K2 Radio:
Ante este escenario, es necesario se puede qué alternativas existen para el futuro del sistema previsional argentino.
Existen distintas opciones para abordar el futuro del sistema previsional. Una posibilidad es extender la moratoria actual mediante un decreto del Poder Ejecutivo o una nueva ley del Congreso, lo que garantizaría la continuidad de la cobertura, pero también perpetuaría sus problemas, como el alto costo fiscal, la inequidad y los incentivos a la informalidad laboral. Otra alternativa es la creación de una prestación proporcional para quienes no alcancen los 30 años de aportes. Sin embargo, esto complejizaría aún más el sistema y profundizaría las diferencias entre quienes cumplen con los años requeridos y quienes no.
Dado el actual contexto, el camino más viable y necesario es avanzar en una reforma integral que simplifique el esquema previsional, establezca reglas más equitativas y fomente el ahorro voluntario. Esta reforma debe ser diseñada con amplio consenso técnico y político para evitar que quede atrapada en debates coyunturales. Es el momento de discutir soluciones estructurales que garanticen un sistema de jubilaciones sostenible y justo para toda la sociedad.