España está pasando por una de sus peores catástrofes. En la comunidad valenciana, la semana pasada, tormentas arrojaron en unas horas una cantidad de agua equivalente a la que cae en un año. Las riadas destruyeron puentes, barrieron casas y arrastraron cientos de vehículos, que ahora dificultan el tránsito de los servicios de emergencia.

Desde Valencia, una de las regiones más afectadas, el periodista necochense Juan Ferrario, dialogó en la mañana de K2 Radio sobre cómo es el operativo de ayuda que se está desplegando para socorrer a los miles de damnificados: Hay “autos amontonados, rutas rotas y en los pueblos hay barro y agua aun por todos lados. La gente está sin agua en algunos lugares, con los muebles y colchones mojados. No hay estadísticas, pero gran parte de los fallecidos quiso sacar sus autos de las cocheras y no pudieron salir. Fallecieron ahogados en las cocheras subterráneas”.

Ferrario se encuentra trabajando desde abril en el país europeo y se sumó como voluntario para ayudar en los pueblos más damnificados: “empezamos a tomar magnitud cuando nos sumamos como voluntario para ayudar. Sentir el olor, el agua estancada. La gente está sin agua en algunos lugares, con los muebles y colchones mojados”. Incluso “Ha habido robos y saqueos”, expresó.

A días de la mayor catástrofe climática que sufrió España -que ya dejó más de 200 muertos- los reyes intentaron visitar los pueblos devastados por las inundaciones. La angustia y el enojo de algunos vecinos no los dejó. También el presidente español Pedro Sánchez está envuelto en la polémica por demorar la ayuda a la Comunidad Valenciana. Juan expresó al respecto que “se han dado a conocer videos y cosas por redes sociales donde hay bomberos atados de manos diciendo que no los dejan venir a ayudar a Valencia. Entonces hay un enojo muy grande con eso. Son más de 60 los pueblos o barrios de Valencia que están afectados por esta DANA y que están en condiciones difíciles. Hay muchos en los que todavía no había llegado la ayuda hasta el día de ayer. Entonces, bomberos o gente de emergencia que quiere ayudar y no la dejan, que algunos se han ido, digamos, por su cuenta, pero sin poder utilizar todos los elementos que pueden tener por parte del Estado. La ayuda abunda, pero hay enojo por el manejo de los políticos. El enojo vino muy por ahí. Hay una desesperación tremenda y sobre todo en Paiporta, que es el lugar donde más afectó esto. Y anoche cayó bastante lluvia nuevamente. Por suerte, no llevó a la magnitud que fue el último martes, donde hubo lugares donde llovió. Lo que llueve en un año, lo llovió en un día”.

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