27 de agosto de 1984. Gustavo Cerati, Charly Alberti y Hector “Zeta” Bosio daban el puntapié inicial con el que cambiarían el rock latinoamericano para siempre: Lanzaban Soda Stereo, su disco debut.

Compuesto por 11 canciones y producido nada mas ni nada menos que por Federico Moura, el álbum tiene fuertes influencias del ska y el new wave ingles, sin dejar de lado la escencia que el grupo venia cultivando en el under porteño junto a bandas como Alphonso Entrega, Los Twist o Sumo, y con letras que dan cuenta del momento que se vivía en el país, a un año del regreso de la democracia.

La presencia del líder de Virus en el estudio no influyó demasiado en la composición de los temas, que de acuerdo con Moura la banda ya tenía muy aceitada, pero sí ayudó al trio en cuestiones puntuales como la sugerencia de incluir otros instrumentos como saxo o teclados, para despegarse sonoramente de sus influencias, y lograr un estilo propio. De ahí es que nace también la imagen de un cuarto Soda, que durante los años ocuparon músicos amigos como Daniel Melero o Richard Coleman.

Tildado de frívolo por algunos sectores, el primer disco de Soda sin embargo reflejaba las sensaciones, vivencias y preocupaciones de un grupo de veinteañeros con raros peinados nuevos que escuchaban The Police y The Clash en discos de vinilo, pero que en la realidad convivían con el dia a dia de un país que aún tenía presente los años de la ultima dictadura militar, como reza la frase de “Dietetico”, El régimen se acabó.

"Por qué no puedo ser del Jet Set", "Te hacen falta vitaminas", "Sobredosis de TV", "Un misil en mi placard" y "Trátame suavemente", gentilmente cedida por Melero porque Gustavo Cerati quería un lento en el disco, son algunas de las canciones que marcaron un cambio en el sonido nacional y perduraron en el tiempo, convirtiéndose en clásicos de la banda y marcando el rumbo de todo lo que vendría después.

El resto es historia…