Cuando menos se lo esperaba, Darío presenció el ingreso de sus dos hijos a Gran Hermano en una nueva edición de “congelados”. Martínez Corti se quebró en llanto y compartió un amoroso abrazo con Francisco, su hijo.

Francisco, el hijo de Darío, visitó la casa de Gran Hermano

Este último le dedicó unas palabras a su padre: “Estoy muy orgulloso de vos bol*do. Es increíble esto, te juro que es increíble, pá. No puedo creer (…) estas aprovechando tu momento”.

“Después de todo lo que hiciste con tu familia, con tus hermanos y ahora nosotros, y te veo así disfrutando en esta casa hermosa. Te juro que no lo puedo creer”, agregó.

A continuación, se dirigió al resto de participantes: “Este tipo estuvo ayudando a su familia toda su vida y ahora lo tenemos acá. (…) Entró en una casa bastante picante (…) Parece que se lo tomó bien”.

El joven precedió a merodear brevemente por la casa, no sin antes indicar a los convivientes del regalo que les hizo: “Les dejé unas golosinas ahí, por si pinta”. Antes de despedirse de su padre, tomó su cara con las manos y enunció: “A lo boca”. “Te amo con todo mi corazón, te juro que te amo con todo mi corazón”, finalizó.

Francisco se retiró y todo pareció volver a la normalidad en la casa. Lo que ninguno de los competidores del reality se esperaba era que, a los pocos minutos, ingresase a Gran Hermano la hija de Darío.

El conmovedor reencuentro de Darío con sus hijos que emocionó a toda la casa de Gran Hermano: “Orgulloso de vos”

El ingreso de Victoria, la hija de Darío, a Gran Hermano

Todos se quedaron estáticos al sonar la alarma y Victoria atravesó la puerta. En ese momento, la emoción se hizo palpable en los ojos de Martínez Corti. “No te muevas”, le pidió la mujer a su padre, mientras este comenzaba a soltar lágrimas.

“Estoy feliz, estoy bien y estoy orgullosa de vos”, expresó. “¡Disfruta, divertirte. Se que te cuesta estar lejos, pero disfrutalo. (…) ¡Tengo el mejor papa del mundo!”, dijo antes de retirarse.