

Logrando resultados y marcas de las más importantes de su brillante carrera, la nadadora necochense Guadalupe Angiolini obtuvo dos medallas plateadas en el Campeonato Sudamericano Juvenil que culminó el pasado fin de semana en el Parque Acuático Julio de Lamare, de Río de Janeiro.
Para charlar de sus logros -y también de la exigencia de sus expectativas-, nos visitó en los estudios de K2 Radio, en el programa Tarde para Todo. “Las sensaciones fueron buenas, compitiendo. Obviamente creo que fue la competencia que más nervios tuve en mi vida, realmente. Y eso te conlleva a no competir como vos querés”.
La surgida en el Club Huracán, actualmente radicada en La Plata donde representa al Club Estudiantes, brilló subiéndose al podio en la prueba de 50 metros estilo mariposa y también integrando la posta argentina de los 100 metros combinados, en juveniles B, de 16 a 18 años.
“El 50 Mariposa (el podio) no me lo esperaba porque había, la verdad chicas bastante buenas, por centésimas podés quedar afuera de un podio, realmente. Y cuando vi la pantalla y ahí quedó segunda, lloré de la emoción, realmente. Creo que pocas veces lloré de la emoción, fue en Estados Unidos. Este año lloré dos veces, que ya es un montón de la emoción. No de la tristeza, sino de la felicidad en el 100 Mariposa de Estados Unidos y en el 50 Mariposa de Brasil. Así que, súper contenta”.
Sin embargo, también reconoció la frustración por no poder alcanzar los objetivos en los 100 metros mariposa donde por sus marcas previas estaba para un podio que no consiguió: “No tienen la culpa, pero los entrenadores de selección te suelen poner mucha presión con palabras que te dicen, porque yo clasifiqué por esa prueba, digamos. Y estaba muy nerviosa, tenía mucha presión de que podría haber quedado campeona realmente con la marca que yo tenía y que podía bajar mi marca. Estuve entrenando para hacer “59 en el 100 mariposa que sería la segunda Argentina en bajar el minuto. Y bueno, puede no pasar, quedé cuarta por centésimas realmente. Siempre intento quedarme con lo bueno y no con lo malo. Siempre hay una revancha y estaba muy feliz. Y quedamos segundas en el relevo por 10 centésimas realmente, casi le ganamos a Brasil. Así que nada, estoy contenta igualmente”.
“Me quedo con la espinita esa en el corazón, que vendrá el otro Panamericano Junior y supongo que representaré a la selección ahí. Pero, bueno, son cosas que pueden suceder, no hice la marca en el torneo que la tenía que hacer, la hice dos semanas después”, referenció sobre su buen paso previo en los Estados Unidos pero no en el selectivo al Panamericano de este año.
La revancha será en diciembre en el Campeonato Argentino Absoluto buscando concretar la marca para los Juegos Olímpicos de la Juventud del año que viene. Y cuando regrese a La Plata, ese será el objetivo con meses de arduos entrenamientos como los anteriores: “Como en julio hasta de agosto a septiembre estuve entrenando full. Creo que nunca entrené tanto en mi vida. Salía de los entrenamientos vomitando, sin poder caminar, con dolores en el cuerpo que no sabía que podía tener. Fueron los dos meses más duros de mi vida y ahora voy a volver a eso para diciembre. Me estoy mentalizando para cuando vuelva a La Plata a sufrir de nuevo”, cerró con una sonrisa, sabiendo que apunta alto y el sacrificio debe ser alto también.