

A comienzos de 1993, después de un tour de tres meses presentando Dynamo, Gustavo Cerati decidió explorar nuevos horizontes musicales. Al mismo tiempo, se enteró de que su esposa, la chilena Cecilia Amenábar, estaba embarazada y decidió establecerse en Santiago de Chile para acompañarla. Las emociones por el nacimiento de Benito Cerati y lo vivido en sus días en Chile se plasmaron en su primer álbum en solitario, Amor amarillo, que hoy cumple 30 años.
Cerati tenía su portaestudio Tascam 388 de ocho canales, su máquina de ritmos Akai MPC60, su guitarra Paul Reed Smith, un bajo y varios discos de rock argentino prestado por su amigo Adrián Taverna. Montó un estudio casero en el salón del departamento que compartía con Amenábar en Providencia. Durante las noches, él trabajaba hasta las cuatro o cinco de la mañana, a menudo usando auriculares para no hacer demasiado ruido.
Una madrugada se despertó atraída por una melodía. Medio dormida, salió de la cama y sugirió que la canción debía tener un coro. «Hacelo», le respondió él. Era el demo de «Pulsar», el tema en el que Cerati extrajo una muestra de los latidos de su hijo Benito de una ecografía y los mezcló con el sonido de un géiser en ebullición. A partir de ahí, Amenábar comenzó a colaborar con coros, grabó el bajo de «A merced» y firmó como coautora de la letra de «Ahora es nunca».
En agosto, la pareja viajó a Buenos Aires para finalizar la grabación del disco y hacer la mezcla en el estudio de Soda Stereo, Supersónico. Con los once temas ya demeados, Cerati asumió el rol de productor y llamó a Zeta Bosio, quien también grabó algunos teclados, percusión y aportó su bajo en «Amor amarillo», para obtener una segunda opinión. «A Gustavo le gustaba tener gente atenta a su alrededor. Tenía un tic con eso», dice Tweety González, quien participó como consultor de audio en el disco. El resto del equipo lo conformaron el ingeniero de grabación Mariano López, Taverna y Eduardo «Barakus» Iencellena, asistente técnico del estudio y de Cerati.
«Todo estaba prácticamente listo, por lo que nos llevó poco tiempo terminar el disco», cuenta Taverna. «Pasamos a 24 canales los demos y en unos días agregamos lo que faltaba: Gustavo añadió algunos teclados, bajos, guitarras. Grabamos las voces bien, con un buen micrófono. Y así salió». La batería, que inicialmente iba a ser interpretada por Daniel Colombres, terminó siendo la de los demos debido a su alto nivel. «La etapa en Buenos Aires fue muy rápida», añade Tweety González.
Manuscrito original de la canción Amor Amarillo. Foto: cortesía Cecilia Amenábar
Mientras exploraba efectos en el estudio, finalizaba las letras restantes y se acercaba al final de la grabación, Cerati tenía dudas sobre la versión que había hecho de «Bajan» de Pescado Rabioso. Quería mostrársela a Luis Alberto Spinetta, pero le preocupaba que no le gustara. Llegó a decir que no la incluiría en la lista final de canciones. Por intervención de López y Taverna, Spinetta llegó casi sorpresivamente un día a Supersónico. «Gustavo estaba emocionadísimo», recuerda Taverna.
Cerati reprodujo su versión y Spinetta se apoyó en la consola mientras la escuchaba. No se le veía la cara. Cuando terminó la canción, se dio vuelta con los ojos llenos de lágrimas, muy emocionado, y le dijo que era «impresionante». «Luis le prestó a Gus para la grabación una guitarra acústica Yamaha APX 5 color negra», cuenta Eduardo «Barakus». Esa misma guitarra fue la que Cerati utilizó poco después en la presentación del disco en FM 100. «En ese disco reafirma un trabajo en guitarras que demuestran su pasión y su búsqueda constante en experimentar».
El disco se lanzó el 1 de noviembre de 1993. Llegó a las tiendas con un diseño peculiar. No figuraba el título del álbum y el nombre del artista aparecía en una tipografía pequeña en una etiqueta pegada en el margen superior derecho. Por el otro lado, se encontraba una fotografía de Cerati tomada por Alejandro Kuropatwa. «En ese momento, como Soda Stereo seguía existiendo como grupo, no querían causar demasiado revuelo», recuerda el diseñador Alejandro Ros, quien trabajó junto a Gabriela Malerba. «Incluso la compañía temía que el lanzamiento hiciera pensar a la gente que la banda se estaba separando».
Amor amarillo sentó las bases sobre las cuales Cerati comenzó a construir su carrera en solitario, un álbum sumergido en la intimidad de sus preferencias musicales. Para él, en ese momento, solo era una aventura, un respiro después de casi diez años de giras con Soda Stereo. «Para Gustavo, trabajar en solitario fue un desafío, no apoyarse en una banda, tocar todo», dice Taverna. «Es un álbum increíble, en mi opinión, poco reconocido». Para Amenábar, es el álbum «más auténtico» de la carrera en solitario del ex líder de Soda Stereo. «Quizás el amor y la espera de un hijo son las sensaciones.