MúSICA | 7 MAY 2023

ESTACION K2

50 años de Artaud: El disco más emblemático del rock nacional

En 2007 una selección de artistas nacionales votó en la elección de los 100 mejores discos del Rock Nacional, quedando “Artaud” en lo más alto. Por eso, desde K2 lo celebraremos compartiendo durante toda la semana los motivos que llevaron a la obra cumbre de Luis Alberto Spinetta a ser señalado como el disco más importante de nuestro rock argentino.




Ya pasaron cinco décadas desde el lanzamiento de este disco revolucionario e irrepetible. Una obra que está inspirada en las lecturas de Antonin Artaud, así como en las figuras de otros atormentados personajes del arte como el pintor holandés Vincent Van Gogh. Un álbum casi en su totalidad acústico e íntimo, que contiene canciones repletas de imágenes sobre mundos claustrofóbicos pero bellos, que se meten en la conciencia, dejando una marca indeleble.

Si bien, Artaud figura como un disco de Pescado Rabioso, en realidad, era una obra solista de Luis Alberto Spinetta. Segú él, las tensiones creadas en el seno de la banda eran muy notorias: «Ellos querían hacer algo mas rockero y no estaban interesados a hondar la veta lírica de Pescado 2. Querían hacer los temas de David, entonces los mandé al carajo y a Artaud lo publiqué como un disco de Pescado Rabioso, solamente para demostrarles a ellos que Pescado Rabioso era yo y que podía armar Pescado Rabioso con ellos o con otros músicos, sin problemas”.

El Flaco grabó este disco junto a Emilio Del Guercio (bajo y coros) y Rodolfo García en batería, ambos ex integrantes de Almendra, y también con la participación de su hermano Gustavo en batería. Según el propio Spinetta, las letras, arreglos y solos de este disco fueron muy pensados, y ensayados, desde el principio. Ya desde su tapa, deforme y no apta para las bateas, diseñada por el gran Juan Orestes Gatti, este era un disco molesto y único. La misma era un trapecio irregular en donde predominaban los colores amarillo y verde. Según Spinetta, para esto se había inspirado en una carta de Artaud a Jean Paulham, que decía: «¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores opuestos de la muerte, el verde para la resurrección y el amarillo para la descomposición y la decadencia…?»

En sí, este álbum refleja como impactaron en Spinetta las lecturas de textos surrealistas y malditos. Esta devoción por los poetas malditos lo inspiró a realizar una reelaboración que no llegaba al grado de las citas explicitas ni a un tributo oculto, ya que el disco en si era una mera versión personal acerca de la desesperación y un “antídoto” acerca de lo que escribió el poeta francés. Para Luis, este disco era «una respuesta -insignificante tal vez- al sufrimiento que te acarrea leer las obras de Artaud».

Todas las hojas son del viento

Un auténtico clásico del rock argentino, un tema bellísimo, prácticamente en su totalidad acústico, aunque en su final contenga un certero solo de guitarra eléctrica. Su letra refiere, según el autor, a «que mi antigua mujer (Cristina Bustamante) iba a tener un hijo con otra persona. Yo ya había sellado para siempre esa relación con «El Blues de Cris», pero nos seguíamos viendo y me contó que tenía dudas sobre tener el bebé o no. Finalmente decidió tenerlo. Escribí este tema porque en ese momento ella era como una hoja en el viento al tener que decidir algo semejante.»

Cementerio Club

Brillante canción en clave de blues rock, bien eléctrico y punzante, que contiene una letra enigmática, depresiva y un solo de guitarra que, como dijo Cerati, debe ser uno de los mejores de la historia. Aunque el tema hablara, en forma de ironía controlada, de la frialdad de una mujer; era muy fácil también relacionarlo con la violencia de los sangrientos años de plomo de la Argentina en los 70. No por nada, en Crónica e Iluminaciones, Spinetta refiere una anécdota en la cual él, junto a otros músicos, había sido encarcelado, por «averiguación de antecedentes», y en el calabozo encontró que alguien había escrito en una pared: «Que solo y triste voy a estar en este cementerio…» Por supuesto, antes de ser excarcelado, él le agregó: “Qué calor hará sin vos en verano…”

Por

Esta curiosa y simple canción está emparentada con la ruptura del sintagma, ya que su letra está formada por palabras sueltas: «Árbol, hoja, salto, cruz, aproximación… clavo, coito, Dios, temor, mujer, por…» Spinetta recuerda: «El tema lo hicimos con Patricia (Salazar, su ex esposa y madre de sus hijos) en mi vieja casa de la calle Arribeños. Como la música ya estaba escrita todo fue cuestión de que las palabras entraran justo en la métrica. Es una lógica medio surrealista.»

Superchería

Esta es una canción que no sigue la veta acústica del álbum, ya que es un rock polirrítmico que hubiese entrado muy bien en los anteriores discos de Pescado. Contiene un par de cortes rítmicos y climáticos muy interesantes que lo acercan incluso al jazz. La letra habla, en forma irónica y crítica, acerca de todas las supersticiones que persiguen a los músicos y a las personas en general.

La sed verdadera

Uno de los temas más inspirados, íntimos, y personales que haya grabado jamás Luis, con esa letra que decía: «Sé muy bien que has oído hablar de mí y hoy nos vemos aquí… Pero la paz… En mí nunca la encontrarás… sino es en vos…» Spinetta decía al respecto: «(Con esto) Yo le hablo a alguien que está enfrente y le digo que no se crea todas las cosas, pero no hablo sólo de mí, o de mi obra, sino de toda la poesía.»

Cantata de los puentes amarillos

Este es quizás el tema más impactante de Artaud y una de las mayores obras monumentales, desde el punto de vista lírico, que haya dado el rock argentino jamás. Una canción de casi 10 minutos de duración, en la cual desfilan «varias formas musicales y poéticas, agrupadas en módulos diferentes entre sí», según Spinetta. En cuanto a su letra, ésta estaba inspirada en las cartas que el pintor holandés Vincent Van Gogh le escribiera a su hermano Theo.

Bajan

Otro hermoso tema de Luis, y uno de los mejores que haya compuesto en toda su carrera. De más está decir que es notoria la adoración que Spinetta originó durante toda su carrera en sus colegas. Este es el caso de Gustavo Cerati, quien grabó una versión de «Bajan» en su álbum debut como solista, Amor Amarillo (1993). Cerati también homenajearía al Flaco de Artaud citando el memorable solo de «Cementerio Club» en la versión de «Te Para Tres», durante el Unplugged que Soda Stereo realizó para la cadena MTV en 1996. Luego, en marzo de 2007, ambos músicos se juntarían en un escenario para tocar estos dos temas en medio de una multitudinaria presentación de Cerati en un concierto al aire libre.

A Starosta, el idiota

Según Spinetta: «Starosta no es nadie y a la vez somos todos. Cuando yo era chico había una marca de figuritas que se llamaba Starosta y también una marca de cucuruchos de helado… Después cuando tenía que hacer la letra de este tema me acorde de Starosta, que para mí es el nombre de un idiota. Nadie se puede llamar así…» Además, en una parte de esta canción se escuchan unos sonidos ambientales y el lejano eco de los Beatles cantando «She Loves You». Y después volvía Spinetta, quien canta: «no llores más, ya no tengas frio / no creas que ya no hay más tinieblas…», como si ésta fuera una forma de consolar al personaje.

Las habladurías del mundo

Este tema que cierra el disco es casi el derecho al pataleo de Spinetta hacia todas las habladurías que se decían sobre su persona: «Entonces se comentaba que yo estaba saliendo con tal o cual mina, o que me inyectaba; la canción responde a todo lo que siempre se dice de alguien que es famoso, que se hace público.»